Sueña con un día en que sobre el sol y con una noche de luna llena y de cuerpos descompuestos al amanecer.
Sueña con lo más cruel.
Sueña con la gota de rocío más bella del alba.
Sueña con poder ser un día el pájaro que se arrancó sus plumas por medio del calor y vendió, de ese modo, su cuerpo al Sol.
Sueña con ser una maleta y viajar un día al inframundo con miles de etiquetas de sus viajes por el mundo.
Sueña con tener los huesos forrados de una piel tan fina que se transparente su corazón, para a ver si así se lo compra alguien, que no quiere vendérselo al amor.
Sueña con el desastre del mar reflejado en el cielo, y con un Sol que explota de tanto ver morir.
Sueña con poder cantar un día, con recuperar su voz.
Sueña con convertirse en ese beso que sabe a ron añejo.
Sueña con su cuerpo y que su piel viste su cuerpo.
Sueña con morir y despierta.
Pero no, no soñaba, no.