sábado, 21 de abril de 2012

Salta


Salta como si en cada salto fueras a alcanzar el cielo; como si cada vez que estás suspendida en el aire, rozaran las nubes blancas tu piel.
Salta cada noche como si fueras el relámpago de una tormenta, siempre precediendo al trueno, iluminando cielo y tierra tan sólo un instante, pero cegador.
Salta como si todos los buenos recuerdos propulsaran tus pies hacia las estrellas, a probar un cachito de Luna; salta por el puro placer de sentir la libertad, de sentir que cada centímetro cuadrado de tu piel se infecta por la suave brisa salvaje, que es la que dejan los caballos bravos al cruzar un río.
Salta como si no fueras a caer.

jueves, 12 de abril de 2012

El hilo de coser

Es tan parecido el principio al final, que puedes empezar por el último y acabar otra vez igual...sin encontrar el final del laberinto...sin saber tampoco volver al principio.
Puedes buscar en los lugares más aterciopelados la felicidad que en sueños creaste, puedes buscarla también en los bares más oscuros, o bajo pesadas mantas. Y,sin embargo; no encontrarás la felicidad ideal en otro lugar que no sea en tus sueños.
Puedes buscarLE o buscarLA debajo de puentes romanos, entre los árboles de bosques centenarios, en las miradas que te encuentras en las calles abarrotadas de los días de lluvia de las tormentas de verano...Pero sólo le encontrarás cuando dejes de buscar, como pasa con las llaves que pierdes a diario.
Puedes pensar en el principio al que nunca volverás pero sabes que no puedes dejar de pensar en el final.
Puedes descoser una a una tus cicatrices, y luego echar sal a todas para sentir de nuevo el dolor que las provocó; y, sin embargo, seguirás viendo como el final se acerca poco a poco...paso a paso, certero, pero aún despacio...
Y ese paso lento te hace temblar...

martes, 10 de abril de 2012

Conversación en un parque cualquiera.

- Si quieres un día de éstos quedamos, y nos quemamos por dentro, tomamos un café en algún bar que no siga las reglas, ni siquiera las de la gravedad, yo quiero perder contigo mi centro gravitacional.
+ Si quieres mejor, te invito a comer o a cenar, antes de ese café. Pero que sea un día de éstos, antes de que termine el mes, me muero por volver a verte, que ya tengo ganas de que me expliques porqué te gusta tanto ése libro.
- La próxima semana no tengo planes, ni esta tampoco, elijes tú dónde comer.
+ Si es la próxima semana prefiero quedar para cenar, que por las tardes he quedado para ensayar, para ensayar cómo puedo acercarme a ti y besarte. Yo me encargo del sitio. Pero ojalá fuera en tu casa.
- ¿Sabes? se me da muy bien cocinar, un día de éstos si quieres te hago una lasaña que me queda muy bien, y así estaríamos ya en mi casa.
+ ¿Y porqué no la próxima semana? Quién sabe cuándo nos volveremos a ver. Yo me encargo del postre. Aunque espero que colabores tú también.
- Sí, porque...quién sabe cuándo nos volveremos a ver...

Ensayo sobre la obsesión

No es libre
Y cree serlo.

En sus manos no está su destino. No lo quiere, se lo regaló a él.
Ahora está en la esquina más cercana a la Calle del Olvido, pero de espaldas, decidida a pasar por la estrecha callejuela de la Desesperación. Es confuso, ha empezado a malentender el amor, ahora obstinada en mantener su obsesión por él, por su cuerpo y sus ojos.
Empiezo a entender las mentiras que esconde la belleza, pues me he dado cuenta de que a veces, los ojos más bonitos han ocultado (y ocultan) las mentiras más infames, como los "te quiero" vacíos.
El primer "te quiero" que sientes que la otra persona dice de verdad. Suele ser en la más tierna adolescencia, cuando empiezas a tontear con otras personas intentando saber qué es el amor, cuando empiezas a tontear con el amor, intentando conocer a las personas.
Y cuando pasas esa tierna, contundente y convulsa etapa, te das cuenta de que sigues si saber qué es el amor. Sabes la definición de amor platónico, porque de repente oyes de alguien de hace muchos, muchos años que se llamaba Platón, y te entra curiosidad. Entiendes el amor familiar al más puro estilo mafioso. Pero no tienes ni idea de si eso que has experimentado con tu primer beso, primer te quiero, o demás primeras veces es verdaderamente amor. No tienes ni idea de lo que es el amor completo. Y no sabes si podrás reconocerlo cuando algún día pase, si es que pasa.

Y de esta ignorancia se aprovechan esos ojos inmersos en la más pura belleza. Te hipnotizan y te hablan de amor. Te enseñan que el amor es una persona, que es él (o ella), la persona que se oculta bajo esos ojos.
Y es dónde empiezas a convertir el amor en obsesión, pierdes libertad, pierdes tu libertad y te olvidas de alguna parte de ti, porque pasas a ser completamente dependiente de esos ojos, y de los secretos y mentiras que esconden. Te sientes indefensa cuando no te miran y sólo completamente guapa cuando te lo dice su boca. Pierdes parte de tu cuerpo si estás sin esa persona, tus planes su empiezan a ajustar a los suyos (y nunca al revés) y no te das cuenta de que te estás perdiendo a ti misma, porque no eres consciente y tampoco culpable de no serlo.
Estás completamente obsesionada.
Sumida en la profunda ignorancia.

Empiezas a ocultarte tras su escudo, y cuando no está, eres totalmente frágil, como el más liviano cristal.

Todos negaremos haber sido tan estúpidos como para no haber salido de esto. No todos caeremos. Pero la mayoría sabemos, aunque lo ocultemos muy adentro, que la obsesión nos poseyó algún día. Y no todos somos muy conscientes de cómo entramos en esa vorágine, ni siquiera cuando salimos.

Es tarde para decir que hemos ganado

Es tarde porque no hemos conseguido parar el tiempo, ni robar la Luna los días de luna nueva. Es tarde para cantar la canción que compusimos, ya cayó en el olvido tiempo atrás.
Ya pasó el tiempo en que jugábamos a coger mariposas, que no eran más que ilusiones de las estrellas que habían caído en la noche anterior. Se acabaron ya los días de sonrisa permanente y lo de reír por el hecho de reír. Se fueron las noches que olían a verano y a infinito.
Se fueron los monstruos de colores, y con ellos los llantos que se convertían en risas.
Se fueron otros y otras.
Y es tarde para que vuelvan.
Es tarde para que vuelvan los helados calientes, los pies pequeños, para que vuelva la ilusión vestida de Cenicienta.
Es tarde para crear sueños del barro, y venderlos luego a las tormentas de verano.

-Es tarde- esta noche escuché decir en mis sueños - es tarde para cambiar de bando, pero aún es pronto para darnos por vencidos.-

Datos personales

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Escribo todo lo que hay aquí cuando la niebla se apodera de mi mente y se desata la poca cordura que me queda. Cuando me grita el silencio, rompiéndome los tímpanos, que murió el viento en algún lejano acantilado preso del dolor de la lluvia en sus párpados.

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