Pon canciones tristes para mí,
que yo sólo recordaré sonrisas.
Levanta la mirada al cielo,
y aquí,
en lo más profundo del océano,
encontraré las ganas de perderme
y reinventar el mundo de nuevo.
Abre las ventanas,
de par en par en las noches congeladas,
que mi aliento encontrará el lugar en el que esconderse,
para no olvidar el sol del verano.
Sólo te pido que no alejes tu recuerdo de mí,
que me beses en los amaneceres tardíos,
y que te pierdas de vez en cuando con la Luna,
para regresar a mí,
lleno de vida y calor.