El miedo que siento
está dentro de mi.
Y, sin embargo,
lo siento fuera.
Paraliza mi cuerpo
como mil cables de acero
que tiran de mi hacia el suelo.
Exponerse da miedo.
Exponerme, me da miedo.
No me asusta enseñar mi cuerpo,
me da miedo desnudar mi alma,
quitar la coraza
que me cuida y me abraza.
Escaparme de la jaula,
que construí con palabras.
Si fuera más rápida,
quizá huiría.
Pero el miedo siempre te alcanza.
Te atrapa, te lastra.
Así que elijo quedarme,
romper con mi voz los cristales.
Perdonarme.
Abrir los ojos
y mirar al miedo
hasta que se vaya.
Emme García
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