Si me preguntan de dónde soy, diría que soy del mundo.
Me he sentido como en casa en muchos lugares que estaban muy lejos de donde vengo.
Si me preguntan de dónde vengo la respuesta es que vengo de páramos inabarcables, sedientos de agua; de carreteras eternas, anhelantes de curvas; de cielos infinitos, esperando tormentas. Vengo de un lugar en el que no faltaban palabras y sobraban las ganas.
Si tengo que decir de dónde vengo la respuesta es que vengo de las ganas. Y son las ganas lo que nunca pierdo, por muy lejos que esté de los páramos eternos, por muy perdida que me encuentre en este mundo, las ganas me mueven a seguir.
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